Dirk Kuyt, por supuesto, tiene bastante razón. El penal, un tiro libre desde 11 metros, sin defensas en medio y con tiempo para elegir hacia dónde lo lanzas, debería figurar entre las tareas más sencillas del fútbol. En una tanda de penales de la Copa Mundial de la FIFA, sin embargo, es cualquier cosa menos eso.
Con las esperanzas de todo un país recayendo sobre los hombros del lanzador, y con el planeta entero mirando, la presión como pueden atestiguar algunos de los futbolistas más grandes de todos los tiempos, puede hacer que lo simple parezca casi imposible. Países Bajos posee una historia más incompleta que la mayoría en lo que respecta a esas tandas de penales y, al tener enfrente a un portero como Keylor Navas, que había frustrado en esa misma suerte a Grecia en la ronda anterior, los holandeses tenían bastantes motivos para sentir temor.
Sin embargo, fue en esta ocasión, en la que todos los presagios parecían favorecer a Costa Rica, cuando las estrellas veteranas de los Oranje predicaron con el ejemplo. En la historia de las tandas de penales mundialistas, es poco probable que haya habido una mejor colección de lanzamientos desde el punto fatídico que los que ejecutaron Kuyt, Robin van Persie, Arjen Robben y Wesley Sneijder; todos ellos sin nervios y técnicamente impecables. Y a pesar de que los cuatro habían trabajado duro y sin descanso durante los anteriores 120 minutos, Kuyt declaró a la FIFA que el cansancio de piernas en ningún momento era probable que supusiese un problema.
“Para ser sincero, cuando hay que lanzar el penal, no piensas en eso”, señaló. “Simplemente tienes muchísima adrenalina en el cuerpo. Hay un montón de presión, no obstante, así que intentas concentrarte sólo en ejecutar el lanzamiento. Básicamente, no sientes nada, y en ese momento se decide si esos 120 minutos pegándote carreras han valido la pena en su conjunto o no”.
“Los jugadores lanzaron los penales muy bien, uno a uno, y luego Tim [Krul] obró su magia. Estuvo intimidando a los jugadores contrarios, y lo dio todo bajo palos. Esa es parte de la fuerza de esta plantilla. Tenemos 23 jugadores, y todos son muy buenos en lo que hacen. En cualquier momento que el entrenador los necesite, están ahí. Hemos demostrado una vez más que no lo estamos haciendo con sólo 11 jugadores. Somos todos un equipo; un equipo con una meta”.
Grupo tenaz
Desde luego, ningún otro seleccionador en Brasil 2014 ha utilizado a su plantilla en la medida que Louis van Gaal, pues Krul es el 21º de sus 23 jugadores que han participado. Solamente el centrocampista Jordy Clasie y Michel Vorm, el tercer portero del equipo, aún no han jugado ningún minuto, lo cual ofrece una muestra concreta de un auténtico esfuerzo colectivo. A su vez, eso está ayudando a crear una unidad que ha quedado patente en las actuaciones del equipo hasta ahora, y Kuyt recalcó que, a pesar de que losTicos los llevasen hasta los penales, los holandeses brillaron.
“No nos faltó nada”, afirmó sobre su actuación. “Creo que jugamos un muy buen partido; simplemente, el balón no quiso entrar. Normalmente, con las posiciones en las que estaban nuestros delanteros, habríamos metido cinco o seis. Pero a veces, esas cosas pasan en el fútbol”.
“Estoy muy orgulloso de este equipo porque no nos rendimos ni por un segundo, ni en el tiempo reglamentado ni en la prórroga; y para nada tampoco en la tanda de penales. Creo que demostramos, tanto durante esos 120 minutos como en los penales, que queríamos de veras ganar este partido y pasar a semifinales. Y finalmente, conseguimos lo que nos merecíamos”, añadió Kuyt.
La recompensa para Países Bajos es un examen aún más complicado, con Argentina como rival aguardando en la semifinal de São Paulo. Y aunque la Albiceleste tuvo problemas contra Bélgica antes de arrancar un gris triunfo por 1-0, Kuyt no se hace falsas ilusiones sobre el peligro que pueda entrañar.
“Argentina es una selección de talla mundial”, afirmó, “y merece estar en semifinales. Pero nosotros queremos medirnos contra los mejores, y no sólo medirnos, ¡sino ganar! Por eso estamos aquí. Las semifinales están genial, pero sabemos lo que se siente al perder un Mundial, y nos encantaría ganar [el trofeo]. Esa es nuestra meta”.
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