Hace casi un año, el fútbol chino dinamitó el mercado de invierno al invertir la friolera de 250 M€ en la contratación de nuevos jugadores. De ellos, cinco se colaron directamente entre los 10 fichajes más caros de este periodo: Alex Teixeira (al Jiangsu Suning por 50 M€), Jackson Martínez (al Guangzhou Evergrande por 42 M€), Ramires (al Jiangsu Suning por 28M€), Elkeson (al Shanghai SIPG por 18,5 M€) y Gervinho (al Hebei China Fortune por 18 M€). Igualmente, otros futbolistas como Ezequiel Lavezzi, Stephane M’Bia o Gaël Kakuta también abandonaron el fútbol europeo para iniciar una nueva aventura en el gigante asiático.
Ahora, ya con su mercado a punto de entrar en ebullición (abarca los meses de enero y febrero), los grandes clubes de este torneo vuelven a convertirse en una amenaza para casi todos los conjuntos europeos que cuentan con futbolistas de primer nivel. De hecho, basta con echar hoy un vistazo a la prensa europea para constatarlo.
Y es que, mientras algunos medios aún se hacen eco de la sensacional ofensiva del Shanghai SIPG por el centrocampista brasileño Oscar (Chelsea), cifrada en nada menos que 71,5 M€, otros ponen sobre el acento en el deseo del Shanghai Shenhua de hacerse con los servicios del ariete argentino Carlos Tévez (Boca Juniors), futbolista al que le ofrecerían un sensacional salario de 40 M€ por curso, y del zaguero inglés John Terry (Chelsea), quien sería premiado con 14 M€ por año.
Pero las grandes ofensivas no sólo corresponden a conjuntos ya consolidados. El Tjanjin Quanjian, escuadra que acaba de obtener su ascenso a la máxima categoría ya ha situado en su punto de mira a, según relata Corriere dello Sport, dos jugadores que impulsarían notablemente su plantilla: el esloveno Marek Hamsik (Nápoles) y el charrúa Edinson Cavani (París Saint-Germain). El primero ya ha rechazado la posibilidad de cambiar de aires y está por ver qué ocurre con el segundo, quien ha sido tentado con una oferta de 20 M€ anuales.
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