Luis Enrique no quiere tropezar con la misma piedra. El pasado curso, el FC Barcelona encaró sus primeros compases de la temporada con muchos asuntos pendientes y con una plantilla en la que aún figuraban jugadores que no entraban en sus planes. Esta falta de estabilidad se tradujo en una contundente derrota ante el Athletic Club en la Supercopa de España, torneo al que los vascos acudieron mucho más concentrados que su rival.
Este curso, el conjunto culé volverá a disputar esta competición y su técnico confía en llegar al 14 de agosto, fecha en la que se celebra el partido de ida, con el primer equipo ya perfectamente definido. De hecho, en una de sus últimas reuniones, el asturiano ya ha casi exigido a Josep María Bartomeu, presidente catalán, que haga todo lo posible por cerrar todas la negociaciones pendientes antes de ese día.
Tal y como explica Sport, el equipo cuenta ahora mismo con 27 fichas, que serán 28 cuando finalmente se complete la llegada de un nuevo delantero, por lo que para dejar el número en los 24 que desea Lucho habrá que dar salida a un mínimo de 4 futbolistas. La marcha del brasileño Adriano, rumbo al Besiktas, está garantizada, pero aún quedaría por agilizar la salida de otros tres compañeros.
En principio, dos de esas bajas serán protagonizadas por Cristian Tello y Martín Montoya, jugadores que no entran en los planes de Luis Enrique y que sólo entrenan con el primer equipo para evitar cualquier tipo de denuncia. La tercera, por su parte, debería corresponder a Douglas, pero ante la falta de pretendientes, el club no descarta agilizar la cesión de un Sergi Samper al que el entrenador ya auguró un futuro complicado en una de sus últimas comparecencias públicas.
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