lunes, 16 de junio de 2014

UN CAMBIO OPORTUNO ENTRE ASPECTOS POSITIVOS

Para una selección con los pergaminos y las obligaciones de Argentina, la alegría de ciertas victorias resulta efímera, puesto que rápidamente debe darle paso al análisis, al cómo poner en contexto la importancia de sumar tres puntos de cara a un objetivo mayor. Así conviene encuadrar el triunfo albiceleste sobre Bosnia y Herzegovina por 2-1 en su estreno en la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014.

La primera observación para los de afuera resultó bastante similar al balance hecho por los de adentro: los destellos del juego fluido del equipo de Alejandro Sabella se vieron en la segunda etapa, cuando el seleccionador dejó atrás el esquema 3-5-2 inicial por el 4-3-3 que tan buenos resultados le había en las eliminatorias. Esto apuntalado por los ingresos de Fernando Gago y Gonzalo Higuaín en lugar de Hugo Campagnaro y Maxi Rodríguez.

El mismo Javier Mascherano se lo reconoció a FIFA. "En el primer tiempo nos costó agarrar la dinámica del partido más allá de empezar ganando desde temprano, pero en el segundo jugamos mejor. Con nuestro esquema habitual nos parecimos más a nosotros mismos. ¿Por qué las variantes? El entrenador creía que era la mejor manera para arrancar y después que tenía que cambiar. De eso se trata", afirmó el mediocampista, quien cumplió su 99° encuentro con la camiseta albiceleste.

Pablo Zabaleta también admitió las diferencias de rendimiento entre ambas mitades, pero agregó una interesante observación táctica. "Quizás con el 4-3-3 tuvimos mejor primer pase hacia los delanteros, ganamos un poco de posición y sumamos más gente en ataque. Cuando logramos eso, preocupamos a cualquiera", explicó el lateral a FIFA, quien a los 29 años finalmente tuvo su estreno mundialista.

La mitad del vaso llena


Ninguno de los dos, sin embargo, esperaba un desenlace sencillo, una cuestión que va más allá de cualquier esquema. "Sabíamos que no iba a ser nuestro mejor partido. Lo importante era ganar porque siempre es difícil el debut en un Mundial, y más con algunos chicos que nunca lo habían vivido. Ahora ya salió toda esa ansiedad", confiesa Mascherano.



He ahí porqué Zabaleta transita el camino al pragmatismo. "Obviamente que pretendemos jugar bien para ganar, pero hoy debemos valorar el resultado. Lo importante era sacar tres puntos, y lo logramos. Pero sabemos que tenemos margen para mejorar el rendimiento, eso es bueno".

Entre otras conclusiones positivas del triunfo aparece el reencuentro con la red de Lionel Messi, quien llevaba 623 minutos sin marcar en una Copa Mundial de la FIFA, desde aquel tanto a Serbia y Montenegro en Alemania 2006. "Estamos todos muy contentos por su gol, que se le estaba negando en los Mundiales. Esperemos que puedan ser muchos más", rescató el defensor.

Para terminar, ambos jugadores resaltaron el marco que le dieron al encuentro los miles de aficionados argentinos, que con sus cantos se hicieron notar en el mítico Maracaná. "El aliento no me sorprende, es algo típico del hincha argentino. Hoy nos sentimos locales y eso nos enorgullece", afirmó Zabaleta. " Nunca había vivido algo así afuera de mi país. Ojalá que nos sigan acompañando porque nos va a ayudar muchísimo", concluyó Mascherano.

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