martes, 14 de febrero de 2017

El PSG da un baile al FC Barcelona

Unai Emery tenía claro cómo hacer daño al FC Barcelona, ya fuera por todas las veces que se había enfrentado a ellos la temporada pasada o porque tomó buena nota de lo hecho por el Atlético de Madrid la semana pasada. De hecho en la primera parte se repitió el guión: presión alta, juntar las líneas, velocidad en el juego y sobre todo acertar en tus ocasiones, que fue el gran lastre de los colchoneros. Esto es lo que hicieron los franceses en una primera parte en la que dominaron todos los registros: posesión, rapidez, luchas, segundas jugadas, contundencia defensiva y contraataques. Todo esto con un centro del campo con un Adrien Rabiot inconmensurable, bien secundado por Blaise Matuidi, un gran Marco Verratti y un eléctrico Ángel Di María que fue una pesadilla para los culés. Le salió bien a Emery la apuesta por el argentino en detrimento de un Lucas Moura que era quien venía jugando hasta ahora.
Con ese plan pronto llegaron las primeras ocasiones de los parisinos. Cavani se durmió en el área en el minuto 5, en el 10’ Ter Stegen salvó para los azulgranas una clara ocasión. Y en el 18’ llegó el primer tanto, gol de Ángel Di María ejecutando perfectamente una falta peligrosa en la frontal del área. Se cumplía a la perfección el plan del técnico vasco, que entonces siguió con su idea pero algo cambiada: su equipo se echó un poco hacia atrás, dejó el balón a los catalanes y esperó otra oportunidad.
Esta llegó en el 37’ tras una pérdida de un irreconocible Lionel Messi, que acabó en una jugada veloz y bellísima del PSG, la cual finalizó Julian Draxler con un disparo seco y cruzado ante Ter Stegen. Los locales aprovechaban sus armas y sus ocasiones y ponían la eliminatoria muy cuesta arriba para los culés después de 45 minutos magníficos. Todo lo contrario que el FC Barcelona, que apenas llegó 5 veces al área rival y solamente tuvo un tiro a portería (André Gomes en el 27’ ante Kevin Trapp), por los 9 disparos de su rival y sus 14 llegadas al área.

Sigue el baile

Parece que el descanso no sirvió a los azulgranas para reordenarse, sino todo lo contrario. Ya el saque inicial fue un preludio de lo que iba a suceder: más intensidad y acierto por parte del PSG en todo. Ganaban los franceses los duelos individuales, salían como perros de presa en cada ataque, se replegaban a la perfección en defensa y no daban opción a su rival. La tela de araña tejida por Unai Emery atrapó a los culés y en especial a un Lionel Messi que estuvo más errático de lo que acostumbra. Apenas hilaban jugadas los barcelonistas, solamente empujes individuales como los de Neymar para intentar llegar ante Kevin Trapp. Sin noticias de Luis Suárez, por cierto.
Pero aunque el duelo sirve para poner de manifiesto lo que se sospechaba del juego del FC Barcelona en los últimos meses, que es plano y excesivamente dependiente de su gran estrella, no podemos quitarle al PSG el mérito que merece. Todas sus piezas funcionaron perfectamente. De hecho cuando Unai Emery quitó a Ángel Di María por Lucas Moura el cambio no desestabilizó al equipo (que es lo que suele ocurrir si quitas al que mejor lo está haciendo). Antes el Fideo había dejado otro gol en forma de obra de arte para la posteridad, un jarro de agua fría que ya fue definitivo.
Y todo ello con un, insistimos, Adrien Rabiot simplemente espectacular. ¡Aún recordamos que estuvo a punto de irse al Tottenham hace un par de años! Jugó con amarilla todo el partido y no se le recuerda un solo error, todo lo hizo bien: ninguneó a Messi, Neymar, Iniesta o André Gomes en cada jugada, en cada disputa. Por si fuera poco, Edinson Cavani acababa con cualquier esperanza de remontada (aunque las haya) para el FC Barcelona, que solamente tuvo la ocasión de marcar con un cabezazo al palo de Samuel Umtiti.
Un 4-0 que recuerda mucho al sufrido por los catalanes en Múnich en 2013, que precipitó poco después el fichaje de Neymar y dejó muy tocado al club. Veremos las consecuencias que tiene esta derrota pero la temporada se le puede hacer muy larga al equipo de Luis Enrique a partir del mes de marzo. Para el PSG podemos decir que este es el partido que Nasser Al-Khelaïfi y Qatar Sports Investments llevaban preparando desde 2011. Al fin, los franceses presentan, de verdad, sus credenciales al título.

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