Podrían enumerarse muchas causas para una nueva eliminación felina, novena de forma consecutiva, pero la mayoría de ellas apuntan a las malas decisiones del alto mando del conjunto mirandino.
La alta plana de Panteras, liderada por el propietario de la divisa, Bob Abreu, no contó con un director técnico de experiencia durante más de dos tercios de campaña, luego de dar la responsabilidad del banquillo a Jesús “Moñito” Contreras, antiguo asistente técnico del equipo y quien no logró hacer carburar al equipo.
Otro factor que jugó en contra de los felinos fue la mala selección de importados. Con la excepción del piloto RL Horton, la directiva mirandina no hizo mayores esfuerzos por traer un núcleo de buenos foráneos y vieron dar pasos en falso a jugadores como AJ Rompza (quien no tenía experiencia profesional), Duke Crews, Dyricus Edwards y finalizar con Ollie Bailey e Hiram Fuller.
Estos factores, sumados a la poca reacción gerencial, condenaron una vez más a una divisa que en 2002 jugó su última final de LPB y dice apostar al talento joven con el que remozaron su nómina este año de cara a un futuro en el que Tony Ruiz sigue siendo el DT.
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