Como selección mejor clasificada de África, los Elefantes vuelven a afrontar un campeonato internacional rodeados de grandes expectativas, pero el delantero del Lille, que jugó los 3 partidos en Sudáfrica hace cuatro años, avisa a los aficionados de que salir airosos del Grupo C frente a Grecia, Japón y Colombia no será una tarea sencilla.
¿Siente una gran expectación a prácticamente un mes de que arranque la Copa Mundial?
Sí, tengo muchísimas ganas de que llegue. Trabajamos muy duro durante toda la campaña clasificatoria para vivir este campeonato y, conforme se va acercando, más impaciente me pongo. Veré a mis amigos en el equipo. Habrá una concentración de entrenamiento en Estados Unidos, y luego amistosos [contra Bosnia-Herzegovina el 30 de mayo y contra El Salvador el 4 de junio] que precederán al comienzo de la Copa Mundial.
¿Cómo se siente después de otra temporada en la liga francesa con el Lille?
¡Muy bien! Lo primero, no me he lesionado esta temporada y, como el Lille no jugaba en Europa, tenía que administrarme para la liga y dos copas nacionales, por lo que la mayoría del tiempo solamente jugaba una vez a la semana. Creo que he tenido una buena temporada con mi club, jugando con regularidad, y he podido reforzar mi confianza firmando goles y asistencias con asiduidad. Hemos tenido una temporada muy buena y, por tanto, me siento magníficamente al encarar la preparación para el Mundial.
Hay gente en Costa de Marfil que considera “fácil” el grupo que le tocó al equipo en el sorteo del Mundial…
Es un error decir eso. Que me digan que el grupo está abierto y nivelado, estoy de acuerdo. Que tenemos posibilidades y una buena oportunidad de clasificarnos para la segunda fase… también estoy de acuerdo. Pero decir que este es un grupo fácil, ¡no! Grecia, por ejemplo, es una selección muy fuerte. Recibe pocos goles y, durante los diez últimos años, ha estado en las fases finales de muchas competiciones. Es muy difícil jugarle. Japón es una de las dos o tres mejores selecciones de Asia, y también tiene experiencia en grandes campeonatos. Es un equipo muy bueno, muy fuerte técnicamente. Los colombianos regresan a una fase final después de una larga ausencia, así que querrán demostrar de lo que son capaces.
Pero Colombia podría acudir sin Radamel Falcao...
Cierto, pero incluso sin él, tiene armas ofensivas de alto nivel como Jackson Martínez [FC Porto], Fredy Guarín [Inter de Milán] y James Rodríguez [AS Mónaco]. Es un equipo con una tradición de jugar un buen fútbol. Son los herederos de [Faustino] Asprilla y [Carlos] Valderrama.
Los aficionados se han mostrado críticos con el seleccionador, Sabri Lamouchi. ¿Cómo es el ambiente con el equipo?
Todo el mundo en Costa de Marfil tiene una opinión, pero quiero dejar clara una cosa: Sabri Lamouchi es un seleccionador que hace un trabajo muy bueno. Tiene un planteamiento que se adapta bien a la calidad de la plantilla. Lo que dice y lo que hace es muy coherente. Sus charlas antes de los partidos son inteligentes. Puede que sea un entrenador joven sin mucha experiencia, pero puedo asegurar que es el seleccionador que necesitamos. Estoy convencido de que si tenemos una buena trayectoria en Brasil, las críticas desaparecerán.
Jugadores marfileños como Gervinho, Yaya Touré, Didier Drogba y usted mismo han disputado muchos encuentros esta temporada, pero otros no han conseguido jugar con tanta regularidad. ¿Qué opinión tiene al respecto?
Para los que han tenido una temporada normal o ajetreada, habrá playa durante la fase de recuperación en Estados Unidos. Y para los que han jugado poco, no necesariamente se trata de un inconveniente llegar al Mundial con una cierta frescura. El transcurso de los entrenamientos y los amistosos que jugaremos pueden poner a todos al ritmo adecuado.
¿Cuáles son las esperanzas de Costa de Marfil en Brasil?
Este va a ser nuestro tercer Mundial. Las dos primeras veces, los grupos eran muy difíciles y no logramos pasar ronda. Este año, el sorteo fue menos duro, pero insisto, nuestro grupo es de todo menos fácil. Por supuesto, nos concentraremos en intentar superar la primera fase. Y si lo conseguimos, trataremos de llegar lo más lejos posible.
Usted podría haber jugado con la selección de Países Bajos, pero optó por Costa de Marfil…
Sí, es verdad. Estaba jugando en el Feyenoord de Rótterdam, y mi entrenador se llamaba Ruud Gullit. A la hora de elegir mi nacionalidad, el seleccionador de Holanda era Marco van Basten entonces. Tales nombres, naturalmente, no dejan indiferente a nadie. Pero opté por Costa de Marfil, y no me arrepiento de ello.
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